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xoves, 8 de xaneiro de 2015

Premio Nacional de Ensayo


El ‘grito moral’ de Adela Cortina gana el Nacional de Ensayo

La filósofa obtiene el premio por el libro '¿Para qué sirve realmente la ética?'. Según el jurado, en la obra "acierta en aplicar el rigor de la filosofía a los interrogantes de la vida actual"

 

Al principio, la metafísica era su objeto de estudio. Luego, España cambió de una dictadura a una sociedad democrática y plural, y entonces Adela Cortina (Valencia, 1947) se planteó la necesidad de buscar “una ética que sirviera para todos, basada en los valores de la libertad, la justicia, la igualdad, la solidaridad”. A partir de ahí la ética se convirtió en su especialidad y en la materia de sus numerosos libros, el último de los cuales, ¿Para qué sirve realmente la ética?(Paidós), obtuvo ayer el Premio Nacional de Ensayo 2014 que otorga el Ministerio de Educación, Cultura y Deporte.
Bueno, la metafísica sigue siendo importante, pero la ética ya no me abandonó jamás”, comentaba sonriendo la catedrática de Ética y Filosofía Política de la Universitat de València, mientras recibía felicitaciones por la distinción, dotada con 20.000 euros. Se disponía a impartir la conferencia La responsabilidad ética de la sociedad civil, en la Fundación para la ética de los negocios y las organizaciones (Etnor), pero antes se prestó a responder brevemente a algunas preguntas. Una era de cajón, dado el título de su libro: ¿Para qué sirve la ética? “Sirve para que no pasen cosas como están pasando en este país porque la ética no está en los corazones; sirve sobre todo para crear ejemplaridad, para explicar a la gente que es mejor colaborar y cooperar. La ética es de primera necesidad, no sólo en España. Acabo de venir de México y la situación es atroz. La indignación es palpable. El ébola no interesaba a nadie hasta que saltó de África”, explica Cortina, autora de Ética mínima (1986),Ética de la razón cordial (2007, Premio Internacional de Ensayo Jovellanos) o Las fronteras de la persona (2009). “De todas estas cosas se habla en el libro”.
De esta obra, el jurado del premio destaca que se trata de “un ensayo que acierta en aplicar el rigor de la filosofía a los interrogantes de la vida actual”.
Una vida que no parece regirse por códigos éticos y no lo hace por “estupidez”, apostilló la pensadora. “Porque es más inteligente cooperar y colaborar porque así todos salimos ganado. Si sumas en positivo todo el mundo sale ganando. Si ganan unos pocos, otros muchos salen perdiendo”, argumenta la filósofa, que se considera discípula intelectual de pensadores como el español José Luis Aranguren y el alemán Karl-Otto Apel, si bien su principal referencia es Immanuel Kant.
Con una sala repleta de público en el Centre Cultural Bancaixa de Valencia esperando su intervención, Cortina aún se detiene para señalar la diferencia entre la ética, “que es la filosofía moral”, y la moral, que pertenece a “la vida cotidiana”. Aunque estas “distinciones puede que a la gente no le interesen”, agregó. La profesora siguió ayer por la tarde con sus planes, impartiendo clases en un máster sobre ética y democracia, ajena por completo a los medios de comunicación que la buscaban tras anunciarse el premio.
La verdad es que no me esperaba el premio. Y no sabía que lo habían presentado. Estaba preparando el seminario cuando han empezado las llamadas”, indicó Cortina, que se licenció en Valencia y amplió estudios en las universidades de Munich y Fráncfort. La catedrática es miembro de la Real Academia de Ciencias Morales y Políticas y directora de la Fundación Etnor. ¿Para qué sirve realmente la ética? es una especie de paseo por las propuestas más urgentes para la convivencia, con una voluntad divulgadora y provocadora. Como explicaba a este diario a propósito de la publicación del ensayo, su pretensión ha sido dar respuesta a las diversas posibilidades, con formulaciones claras: “sirve para”, y así hasta en nueve ocasiones, que son los nueve capítulos.
El punto de partida “es que todos los seres humanos somos necesariamente morales. Podemos ser morales o inmorales, pero no amorales. Y lo mejor que podemos hacer es sacar partido de esa manera de ser moral del modo más inteligente posible. De hecho, eso es lo que se ha intentado desde Grecia”. De ahí que en el libro haga un recorrido por una gran cantidad de aspectos en los que la ética resulta fecunda. “He intentado hacer ver que hay algo muy claro en este momento: si nos hubiéramos comportado éticamente, no tendríamos una crisis como la actual”, aseguraba.




 

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